Juegos Olímpicos de la Juventud: cómo fue el operativo de seguridad

“Desde que llegamos a su ciudad, su entusiasmo nos ha asombrado. Han llenado los parques y han alentado a los atletas. 

Se han unido y le han demostrado al mundo que los argentinos son auténticos apasionados del deporte. Son las auténticas estrellas de estos Juegos. Los llevaremos en el corazón”.  

Estas fueron las palabras de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre el público argentino y anfitrión de la tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

La llama olímpica se apagó, pero su legado seguirá flameando en el fortalecimiento y desarrollo del deporte nacional.  

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Del 6 al 18 de octubre, el evento reunió a 4.000 atletas entre las edades 14-18 (representantes de 206 países) junto a sus entrenadores, dirigentes deportivos, periodistas y visitantes de todo el mundo.

La magnitud de los juegos exigió un operativo de seguridad a gran escala ejecutado bajo un estricto protocolo recomendado y autorizado por el COI.

Fuerzas de seguridad que se desplegaron en el evento

"Estamos realizando un trabajo conjunto para que este evento tan importante se desarrolle en paz, tranquilidad y con seguridad", dijo el Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad Martín Ocampo.

Contaron con un Comando Unificado compuesto por:

• Ministerio de Ambiente y Espacio Público
• Secretaría de Transporte
• Defensa Civil
• Bomberos
• Agencia Gubernamental de Control
• SAME
• 4 Fuerzas de seguridad federales

Un batallón especializado compuesto por integrantes del Ejército Argentino y la Policía Federal, inspeccionó la Villa Olímpica en los días previos a la apertura en búsqueda de explosivos.

Cada persona y vehículo fue controlado antes de ingresar a la Villa y a los demás parques Olímpicos.

También, se tuvo que aprobar cada alimento preparado por el comedor de la Villa Olímpica que albergó a unas 7000 personas. El personal de Bromatología de la Agencia Gubernamental de Control porteña fue el encargado de esta tarea.

El traslado seguro de los atletas desde la Villa hasta los parques fue garantizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Policía de la Provincia de Buenos Aires que fueron los que acompañaron a los deportistas que tuvieron que moverse a las periferias de la ciudad.

Las sedes ubicadas fuera de los límites de la capital como fue el caso de Tecnópolis y de las sedes en la Provincia de Buenos Aires como el Paseo de la Costa en Vicente López y los clubes Hurlingham, CASI y Náutico San Isidro fueron monitoreados por la policía de dicha jurisdicción y las patrullas de prevención municipales correspondientes a cada sede.

En los parques olímpicos el "Verde" en Palermo y Núñez, el "Urbano" en Puerto Madero y el "Olímpico" en Villa Soldati se desplegaron empresas de seguridad privadas contratadas por el gobierno de la ciudad para incrementar la seguridad.

El SAME, los bomberos y la Defensa Civil hicieron presencia de forma intermitente durante los juegos. Además, la Administración de Aviación Civil y la Fuerza Aérea Argentina trabajaron para restringir el espacio aéreo sobre los parques especialmente para vuelos civiles.

Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa de la Nación realizó una vigilancia QBNR (químico, bacteriológico, neutrónico y radiológico) con el objetivo de prevenir cualquier intento de ataque masivo.

Los Juegos Olímpicos fueron todo un éxito y finalizaron sin incidentes, lo que demuestra que la planificación y el monitoreo son los mejores aliados a la hora de combatir la inseguridad.

Al igual que objetivo del operativo de seguridad desplegado es proporcionarle una mayor seguridad a miles de personas, el objetivo de Nubicam es brindarte la tranquilidad de dejar tu casa en buenas manos cuando no estás.

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